Hay dos emociones que nos parece importante compartir para contar este proyecto.
La primera emoción nos la transmitió la propietaria al explicarnos que necesitaba una casa para disfrutar como abuela de la misma forma que disfrutó como hija y como madre en «La Huerta», su antigua casa familiar. Nos habló de sus materiales, las cubiertas, la orientación de los porches, incluso recordaba el ancho y alto de los poyetes tan cómodos que tenía la casa de su padre.
La segunda emoción la experimentamos durante nuestra primera visita a la parcela. Allí descubrimos que todo lo que alcanzábamos a ver fue, en otro tiempo, un majestuoso olivar salpicado de cortijos, haciendas y lagares. Al explorar los parajes próximos, encontramos soluciones arquitectónicas que condensan siglos de sencillez constructiva, prudencia en el uso de los recursos y respeto al entorno con el que se relacionan.
Así, guiados por estas emociones, proyectamos una casa comprometida con las necesidades de los nuevos moradores y con la identidad/memoria del lugar. Lo que se traduce en una edificación inspirada en los mecanismos de las cortijadas de la Vega granadina: agregación de volúmenes sencillos, paños blancos, huecos, la teja, el sol y la sombra que arroja sobre todo ello.
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Ubicación: Atarfe (Granada)
Tipología: Residencial
Cliente: Privado
Año de construcción: 2010
Sup. Construída: 205 m2
Fotografías: imagensubliminal